Los cigarrillos electrónicos y tu dentadura: una relación de alto riesgo

vapeo-problemas-salud-dentalDurante algún tiempo, la población en general ha tenido la idea de que los comúnmente llamados “cigarrillos electrónicos” eran poco o nada dañinos para la salud en general. Lentamente este mito se ha ido desmontando, pues como ya sabemos, no es solo vapor lo que se inhala cuando se “vapea”. En nuestro ámbito de actuación, la salud bucodental recientes estudios vienen también a confirmar nuestros peores presagios.

Somos ya conscientes de las consecuencias directas en nuestras bocas del tabaco en hoja: halitosis, dientes amarillos, periodontitis (pérdida del soporte oseo en la dentadura), riesgo elevado al cáncer oral y de su negativa incidencia en los tratamientos odontológicos. Pues bien, aquellos que pensando en su boca se han pasado a la variante electrónica, no van a tener mejor suerte. La combustión de la base del “tabaco liquido”, compuesta por glicerina, nicotina y los compuestos aromáticos, resultan en una serie de subproductos que dañan tu boca y tracto respiratorio.

Lo que dicen recientes estudios sobre el tema

Recientemente en las revistas “Journal of Cellular Physiology” y “Oncotarget” se han publicado sendos estudios, que prueban los efectos nocivos que en la salud bucodental tiene esta reciente forma de tabaquismo. El primer estudio, se centró en los efectos ocasionados por el “vapor” en las células epiteliales de la boca. Este estudio ha probado que en aquellas personas que practican este hábito tienen una tasa de muerte celular mucho más elevada, multiplicando hasta por 25 (2500%!!) el de una persona no “vapeadora”. Esta situación influye enormemente en la capacidad de defensa contra las infecciones microbianas, siendo determinante en el desarrollo de enfermedades periodontales. El estudio apunta también, que de forma sostenida, esta situación podría resultar en un incremento de los casos de cáncer bucal en relación al resto de la población.

El otro estudio, liderado por el Profesor Rahman (Universidad de Rochester), prueba que al vapear, nuestras células epiteliales producen proteínas inflamatorias. Esta situación es el disparador para la aparición de numerosas enfermedades bucodentales. En este estudio, se incide en que los compuestos aromatizantes actúan como catalizadores de la reacción celular, de forma que ciertos “sabores” son mucho más dañinos que otros.

En resumen, si queréis mantener unas encías fuertes, una dentadura sana, evitar la halitosis, y disminuir los factores de riesgo que pueden ocasionar el cáncer bucal, olvidaos de este dañino hábito.

 

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